Normalmente, en cada viaje que hago me gusta escribir un diario de viajes. Se trata de un cuaderno donde voy anotando todas las cosas que me ocurren, lo que veo, conversaciones, anécdotas y pequeños detalles que no quiero que nunca en la vida se me olviden.
Me da igual si el viaje es de 2 días o 3 semanas. Da igual también si me voy hasta el otro extremo de Europa o me voy con Aritz a pasar un fin de semana por aquí cerquita. Me gusta anotar todo lo posible, y vivir el momento lo máximo para que las notas recogidas en ese cuaderno sean los mejores recuerdos que me pueda llevar de esa escapada.
Es cierto que también escribo todos mis viajes en este blog, te cuento mi experiencia en cada lugar y algunas anécdotas vividas tampoco faltan. Pero hay cosas que solo las sabe mi cuaderno. Siempre he pensado que me gustaría viajar mucho durante toda la vida para que cuando envejezca, pueda escribir un libro con todo lo vivido. Lo ideal sería que ese libro recoja todas esas cositas que no cuento aquí, y mientras tanto están guardadas en mi cuaderno con especial cariño.
Por esto y por mucho más, escribir un diario es algo que recomiendo a todo el mundo, sobre todo si eres viajero.
Mis 5 razones para escribir un diario de viajes:
Revivirás los momentos. Me encanta coger ese diario que escribí en el viaje que hice hace 4 años a Marruecos, o aquel que escribí en Finlandia antes de meterme a la cama de hielo del Lumilinna Snow Castle. En Nicaragua, disfruté escribiendo el viaje a todo detalle, sobre todo en lugares donde no me atreví a sacar la cámara de la mochila. Hasta entonces pensé que no había mejor compañera de viaje que la cámara de fotos, pero un cuaderno con boli en cualquier momento se convierte en tu oído particular, cuando no tienes a nadie con quien hablar. Ahora que leo todo lo que escribí, vuelvo a revivir el viaje como si hubiera vuelto a casa ayer.
Observarás más. La ventaja de la cámara es que cuando llegas a casa, en las fotos puedes encontrar detalles que allí casualmente no viste, o no te diste cuenta a la hora de realizarlas. Cuando vas con un diario en cambio, te fijas más en los pequeños detalles, gestos o alguna frase de un lugareño que te llamó la atención.
Te ayudará a preparar otro viaje. Cuando alguna vez alguien me ha pedido recomendaciones de alojamientos o de cualquier otro tema cuando va a hacer un viaje que ya realicé hace un tiempo, lo primero que hago es mirar en mi diario. Es ahí donde apunto los lugares donde duermo, restaurantes o sitios de especial interés. Si algún día decido volver a uno de estos destinos, también me ahorrará tiempo a la hora de reorganizar el viaje.
Sientes compañía. Es como cuando pongo la radio o la tele cuando estoy sola en casa, aunque no les haga ni caso. El simple hecho de escuchar algo ya me hace compañía. Con el diario de viajes igual. Tener un cuaderno al que contarle tus cosas hace que te sientas menos solo.
Te ayuda a desconectar. Apaga el móvil y olvídate del ordenador aunque sea un rato. Escribir es placentero, y si lo haces cuando no dependes de ningún aparato electrónico, es aún mejor. Aprovecha para desconectar y céntrate tan solo en guardar en ese cuaderno tus mejores momentos.
¿Cuáles son tus razones para escribir un diario de viajes?

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A mí me ayuda a recordar porque a veces la memoria me juega malas pasadas… también escribo siempre diarios, lo llevo haciendo desde mucho antes del blog 😉
Saludos!
Eso es Elena 😉 Y lo agusto que se leen todos esos recuerdos después, ¿verdad? ¡Un beso!