Llegamos a Busseto un bonito martes por la mañana, extrañados por el solazo que nos daba los buenos días después de una jornada gris y lluviosa el día anterior en Piacenza.
No sabíamos lo que nos esperaba hasta pasar por los dos arcos que se encuentran a un lateral del teatro. Por cada paso que dábamos aquel marco iba ampliándose y ampliándose, hasta quedarse fuera de nuestro campo de visión, mostrándonos la animada plaza del pueblo natal de Giuseppe Verdi, el famoso compositor italiano.
Descubriendo Busseto, el pueblo donde nació y vivió el famoso compositor italiano Giuseppe Verdi
Busseto en un pueblo pequeño con poco más de 7.000 habitantes. Más que suficiente para percibir que el recuerdo y cariño que se le guarda a uno de los músicos más importantes de Italia, se palpa en cada rincón de la villa: estatuas, bares ambientados con sus melodías, incluso un teatro que construyeron los habitantes del pueblo en su honor.
Hablando del teatro, me pareció curiosa su historia. Su tamaño es muy modesto, donde apenas entran unas 300 personas. Pero esto no ha sido un inconveniente para que los mejores directores de orquesta del mundo, hayan actuado allí llenando las butacas en un suspiro. Tal era el éxito de Verdi, que los habitantes de Busseto, orgullosos de él, levantaron este teatro en su honor. A él por lo visto no le pareció una buena idea, ya que lo vio como un derroche de dinero que su pueblo no tenía por qué hacerse cargo, teniendo en cuenta la situación económica de aquella época. A pesar de la negación del artista, el teatro se construyó, dejando reservado además el palco número 10 para que el famoso compositor acudiera cuando quisiera. Nunca fue.
Aunque ya hace más de 100 años de su fallecimiento, paseando por las calles de Busseto aún se puede apreciar su presencia. El lugar donde más se siente es en la Salsamenteria Baratta, donde la mujer de Verdi solía ir a comprar embutido, y él, en ocasiones se quedaba a comer. Nada más entrar por la puerta te das cuenta de la importancia que ha tenido Verdi en este establecimiento: retratos y estatuillas con su rostro, así como una continua música de fondo de sus creaciones. No sé si será siempre así, pero cuando fuimos nosotros estaba lleno, y su ambiente te hace sentir como si fueras de la familia.
La Salsamenteria Baratta es un lugar ideal donde comer típica comida italiana, sobre todo productos de la región Emilia Romagna. Sus salsas, siguen haciéndose con la misma receta desde el año 1873, y el Lambrusco es imprescindible para acompañar a una buena tabla de embutidos.
En resumen, recomendaría Busseto no solo a los amantes de la música clásica, también a los viajeros que les gusten los pueblos donde poder hablar con la gente de la calle y disfrutar de buena comida.

Me encanto este pueblo, la historia de su teatro y sobretodo pasar el día ahí con vosotros. Como siempre fan de tus fotos!! un abrazo
¡Gracias Adri! Fue un día súper guay por el tiempo, las risas y la gente del pueblo que era muy cercana. Una gozada descubrir sitios así, y más aún con buenos amigos 😉 ¡Un abrazo!
parece un lugar encantador, un saludo!
Lo es Johncarlis 🙂 ¡un abrazo!