Consejos para hacer fotos en la nieve

Uno de los planes más divertidos de invierno es hacer fotos en la nieve. Bueno, da un poco de pereza salir con el frío, lo sé, lo sé… pero una vez que te pones manos a la obra no me puedes negar que las fotos de paisajes nevados tienen su punto. Además, la nieve es tan efímera que esto hace que sea aún más interesante, porque las fotos que hagamos en esta época del año solo las vamos a poder hacer ahora, en invierno.

El paisaje cambia y nos muestra su cara B. Los árboles que tenían tonos ocres en otoño se convierten en copas de palitos congelados, sobresaliendo en paisajes que parecen hechos de algodón.

Pero la nieve, por muy fotogénica que sea tiene un carácter un poco complicada. Digamos que hace que nos debamos esforzar un poquito más que en cualquier otra estación. Y para que no nos pille desprevenidos, aquí te dejo algunas pautas para hacer fotos en la nieve.

Cómo hacer fotos en la nieve

Sobreexpón un poco. La nieve tiene la habilidad de engañar al fotómetro de nuestra cámara de fotos. Es por ello que muchas veces, las fotos de la nieve nos quedan un poco oscuras. ¿Solución? Sobreexpón un par de puntos de más. Y si hace falta, a la hora de editar sube un poco las luces en Lightroom.

Busca pequeños detalles y con encanto. No des el protagonismo de tus fotos tan solo a paisajes invernales. En esos inmensos lugares se esconden cientos de miles de pequeños y fotogénicos detalles esperando a ser descubiertos por tu cámara de fotos. ¡Ve a buscarlos!

Aprovecha amaneceres y atardeceres. Este es el consejo que doy siempre. Las mejores luces del día las encontraremos al amanecer y al atardecer, sea invierno, otoño, primavera o verano. ¿Te imaginas esos primeros rayos de luz tiñendo el paisaje de color naranja? Madruga para tener el doble de posibilidades en un mismo día, y vuelve a probar suerte al atardecer.

No subestimes los días nublados. Hay quienes creen que la mejor luz para hacer fotos es cuando hay un enorme sol en el cielo. Quizás a veces sí, pero lo malo del sol (sobre todo al mediodía) es que crea unas luces y sombras muy duras en algunas horas del día. Si eres de los que va a ir en busca de esos detalles que te he citado un par de párrafos más arriba, las nubes serán tus grandes aliados, ya que te ofrecerán una luz mucho más difusa y uniforme.

Lleva baterías de repuesto. Una de las pegas de hacer fotos en invierno es que las baterías duran menos que en cualquier otra época. Todo se debe al frío, que las consume aunque no las utilicemos. Una buena idea es la de llevar las baterías en algún bolsillo interior de tu abrigo, cerca del cuerpo para que no se enfríen.

Abrígate bien. No hace falta ni decirlo. Si se te enfría el cuerpo la mente no te va a dejar pensar una buena composición y no aguantarás tanto tiempo en el exterior, incrementando tus ganas de volver a casa. Por lógica, tus posibilidades de hacer más y mejores fotos se reducen. Vístete por capas, llévate un gorro, y guantes dobles si es necesario. ¡Ah! ¡Y unas buenas botas con calcetines bien gorditos! Cómo referencia, así es como me vestí cuando viaje a Noruega en pleno invierno.

Lleva frutos secos o algunas galletas. Es lo que me recomendaron cuando estaba preparando mi viaje a Noruega para fotografiar la aurora boreal. Hice caso, y lo agradecí. Así como las baterías, nuestro cuerpo también pierde mucha energía con el frío, así que lleva combustible para reponer fuerzas. Otra buenísima idea también es la de llevar bebidas autocalentables que te sacan de un apuro. Normalmente los suelen vender en gasolineras.

Y por último, el más importante: ¡disfrutar al máximo!

Ahora cuéntame, ¿añadirías algún consejo más para hacer fotos en la nieve? Si lo deseas, puedes dejarme un enlace a tus fotos de nieve en un comentario.

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