Hace unos días, hablando con un amigo, me di cuenta de lo mucho que he cambiado a la hora de hacer fotos.
Al principio fotografiaba todo, era obsesivo. Pensaba que en cualquier rincón, en cualquier momento podía estar LA FOTO.
Me pasaba el día alerta, observando todo y prestando mucha atención a mi entorno constantemente.
No desconectaba.
Han pasado los años y aunque la fotografía sigue siendo lo que más llena mi corazón, he aprendido que de vez en cuando hay que saber bajar la cámara y disfrutar del momento sin ella.
Antes no me atrevía, y me llevaba la cámara a todas partes “por si acaso”. Pero con el tiempo (y puede que con el avance de la fotografía móvil también) me he dado cuenta que no hay nada malo en aparcar la cámara a ratos.
Hay cosas que quiero vivirlas directamente con mis ojos, sin visores ni pantallas de por medio.
Este verano, estuve en el BBK Live viendo los conciertos de The Killers y Royal Blood. Me puse bastante atrás, y desde donde estaba yo hasta el escenario, era literalmente, una marea de pantallas.
Hace 20 años, cuando aún no había llegado el boom de la fotografía/vídeo/redes sociales… en lugar de pantallas, los espectadores alzaban sus brazos con un mechero en la mano.
Admito que yo también hice mi foto y vídeo de rigor (obviamente, no lo pude evitar), pero luego pensé en lo bien que sienta dejarse llevar y desconectar un rato. Así que guardé la cámara y el móvil el resto de la noche.
No tengo muchas fotos que volver a ver de aquel día, pero sí tengo recuerdos visuales que difícilmente se borrarán de mi memoria.
Además, saber vivir momentos sin cámara me ha ayudado a ser más exigente a la hora de buscar LA FOTO.
Ya no hago fotos por hacer. Solo levanto la cámara cuando veo que realmente va a merecer la pena.
Y es curioso porque el primer post que escribí en este blog, trataba de este ejercicio.
Hace 8 años me tenía que obligar a guardar la cámara, ahora no. Ahora me sale así. He tardado mucho tiempo en conseguirlo, pero adaptar la fotografía a mi estilo de vida y tener muy claro cuál es mi estilo fotográfico han sido la clave para lograrlo.
Ahora cuéntame, ¿tú eres de los que tiene que fotografiar todo? ¿O hay momentos que te gusta vivir sin cámara?
Si es en viajes … procuro viajar, mirar, escuchar, andar, saborear … y, de vez en cuando, sin estrés, fotografiar. Hace tiempo que superé ese síndrome … creo 😉
Eso está muy bien 🙂
Creo que todos hemos pasado por algo así. Al principio estás tan preocupado por hacer una buena foto y ajustar todos los parámetros que al final ni disfrutas de lo que esta pasando, ya sea un atardecer, un concierto o una celebración familiar. Con el tiempo te das cuenta de que es mejor disfrutar el momento y fotografiar después, o antes. Además, haciendo este ejercicio de contención, acabas aprendiendo lo que de verdad merece la pena fotografiar o no. Personalmente, yo y mi pareja agradecemos que esto haya pasado 😉
No lo podías haber explicado mejor Aitor 😉 Y buen aporte lo de la pareja. Menuda paciencia tienen a veces con nosotros, cuando nos ponemos a hacer fotos sin parar. ¡Gracias por tu comentario!
Hola Ainara,yo desde hace unos meses que he empezado a notar que la fotografía me “aburre” como dices yo tambien iba siempre a todos lados con la camara y demas trastos,obsesionado por llevar el objetivo adecuado y hacer la foto de mi vida,sin darme cuenta de que me estaba perdiendo todo lo que se movía a mi alrededor,supongo que mis problemas personales también han influido en todo esto,depresión,falta de trabajo…
Hace un mes estuvimos de viaje 4 días por Bilbao (nos tocó en un sorteo de un comercio local) y alrededores,me obsesione tanto con ir al mayor número de sitios,que se me olvido disfrutar del viaje y termine trayendo las típicas fotos de turista,yo creo que deberíamos planificar menos y disfrutar mas,sin pensar tanto en la foto y si en el momento,pero estamos en una sociedad en la que tenemos que documentar todo y que todos lo vean lo que hacemos y eso nos hace no disfrutar de lo bonito de la vida.
Un fuerte abrazo.
Hola Paco, es bueno que te des cuenta de tu situación. Como siempre digo, la fotografía es para disfrutarla, y en el momento que dejas de pasarlo bien con la cámara, es el momento de tomarse un respiro. No hay nada malo en ello, simplemente a veces necesitamos desconectar la mente, para después volver con más ganas. No te sientas obligado por fotografiar todo, solo hazlo en los momentos en los que sientes que la fotografía te está haciendo sentir bien, y volverás a disfrutar de ella. ¡Un abrazo y muchos ánimos!
Coincido contigo pero creo que se debe a querer mejorar las tecnicas o emplear los conocimientos que no esta mal tambien vas mirando tus avances rectificas errores , Hasta la moderacion pero lo que no se debe perder es la motivacion . Deleitarse y disfrutar de la belleza que nos propone la natura es un privilegio .
Saludos Ainara
Gracias por tu opinión Cristina. Es importante la motivación, pero no hay que forzarla. Para estar motivados a veces es necesario desconectar y despejarse, para volver más creativos y con las ideas más frescas 😉
Hola. Yo creo que la tecnología, que nos ha traído cosas muy buenas, tiene un lado muy pernicioso que saca muchas miserias. En ese afán por retener todo, de pensar que estás en un lugar o momento único que quizá no vuelvas a vivir, hemos perdido la noción del aquí y ahora, de disfrutar el momento, sin más, sin necesidad de hacer 500 fotos que seguramente nunca imprimiremos ni volveremos a visionar, un exceso en compartir una, en ocasiones, falsa y volátil felicidad, con personas a las que creemos que tanto les importan nuestras fotos y nosotros mismos. El otro día estaba en la galería de los Uffizi y ver el espectáculo de cámaras, móviles que disparaban una y otra vez, selfies absurdos… delante del David de Miguel Ángel. Era todo un ejercicio de banalización del arte y la belleza. Eso sin contar con la cantidad de personas que hace fotos de cosas y obras de artes sin saber siquiera qué son, quiénes las pintaron o qué historia se encuentra detrás de la obra. Nada de eso importa, sólo querer inmortalizar ese momento desde todos los ángulos y formas posible y compartirlo con cuenta más gente mejor. Es bastante penoso al nivel al que estamos llegando. A fin de cuentas, todos ya llevamos un móvil encima y disparar a diestro y siniestro es gratis, pero creo que la fotografía es muchísimo más que todo eso. Gracias, Ainara, por apreciarla y darle el valor que sin duda merece. 🙂
Hola David, me quedo con la frase “ese afán por retener todo, de pensar que estás en un lugar o momento único que quizá no vuelvas a vivir, hemos perdido la noción del aquí y ahora, de disfrutar el momento…”, es precisamente eso a lo que me refiero con este post. La fotografía es maravillosa, pero no debemos abusar de ella. De lo contrario, perderá su magia. Un abrazo y mil gracias por publicar tu reflexión, me ha gustado leerla.
También pasé por eso. Siempre con la cámara,verlo todo a través de un visor… Y cierto es que desde que deje de hacerlo… Me gustan más los resultados que obtengo.
Un saludo!!!
Me alegro mucho de que superaras esa etapa Rebeca, ¡sigue así!
Totalmente de acuerdo!! A veces estamos tan absorbidos por encontrar el momento que dejamos de disfrutar de el, creo que una buena foto de nada sirve ( a nivel personal ) si no se ha disfrutado con los cinco sentidos. Ahora bien si tuviéramos un par de ojos más.. solucionado el problema ??
Un saludo Ainara!!
Exacto Dani, para hacer una buena foto, debemos disfrutar del momento con los 5 sentidos. Es como se consiguen los mejores resultados 😉 ¡Un abrazo y mil gracias por leerme!
Pues yo ahora mismo estoy en esa epoca de llevarla siempre encima por si acaso, por que me ha pasado muchas veces de no tenerla a mano y decir joder ahora tendria una foto guapisima. Pero aprendere a no llevarla siempre 🙂
Más que no llevarla, diría que intentes sacar la cámara de la mochila solo cuando realmente merece la pena 😉 Empieza con ese ejercicio y dentro de un tiempo verás lo que avanzas. Un abrazo y ¡ánimo!
Hola! En mi caso también he aprendido a manejar mi rol de fotografa, antes quería captar todo lo que mi ojo veía, pero se fue haciendo rutinario, hasta que me di cuenta del ” valor de sacar la cámara” desde ahí la aprecio mucho más y cuando voy a disfrutar y meterme de lleno en viajes de relax no la llevo conmigo, en otros caso cuando viajo de excursión y sé que valdrá la pena mi trabajo como fotografa aflora mi rol de fotografa como decía 🙂
Muchas gracias por compartir tu historia Laura y me alegro de que hayas notado avances 🙂 ¡Un abrazo y sigue así!
Hola Ainara, la verdad es que mi cámara se ha fusionado conmigo, la llevo cuando voy al gym, al supermercado, a todas partes. Pero cuando más disfruto de ella es en fin de semana, me gusta madrugar y salir a la calle. Consigo unas tomas muy chulas. Ahora he empezado con las nocturnas, de la mano de Carlos Serrano, estoy enganchadisimo.
Un fuerte abrazo ?
Hola Rodrigo, me alegro si estás disfrutando de tu cámara con esa intensidad 🙂 Aprovéchalo todo lo que puedas.
Hola Ainara! Yo recuerdo cuando compré mi primera cámara bridge y solía fotografiar todo, incluso desde la ventana del coche cuando iba de viaje por trabajo… Al comprar mi primera reflex nació la necesidad de tomar algún curso o taller para aprender a fotografiar en modo manual y al hacerlo empezó una etapa de alternancia entre cursos, lecturas y salidas y viajes fotográficos con compañeros que comparten la misma pasión… Esto curó mi compulsión por fotografiarlo todo y no dejar la cámara a un lado… Ah!! y adivina cual fue mi primer curso… Pues sí el tuyo!! ? Gracias Ainara!!
¡Hola Lorena! Qué ilusión saber eso 🙂 Y sobre todo, me alegro un montón de que hayas conocido nuevos compañeros con los que compartir tu pasión 😀 ¡Te mando un beso enorme!
Gracias!! Te mando otro ? desde Perú!!
Hola buenos días, te saludo desde Guatemala, muy atinado tu post, en un principio cuando somos fotógrafos aficionados, le tomamos a todo lo que vemos y a todo lo que se ve , cargamos la cámara hasta para dormir, y no es malo, solo que el resultado de las fotos tal vez no es el deseado, yo he aprendido a analizar la situación antes de disparar, y pensar si realmente vale la pena el esfuerzo, y he ido mejorando tambien en no tener cantidad de fotos, si no calidad de fotos, saludos y para adelante. https://www.facebook.com/HaraldF.Fotografia/
Hola Harald, me alegro mucho de tu evolución. En realidad, yo creo que nos cambia el chip cuando nos damos cuenta que cuando hacemos fotos “por hacer”, no mejoramos. Mil gracias por compartir tu experiencia con nosotros 🙂
Yo creo que todo va por épocas y madurez. En mis inicios así era, cámara para todos lados, hace algún tiempo que ya no, pero como bien lo mencionas también tiene que ver con el hecho de que tenemos el móvil a la mano y con el tiempo me di cuenta que en realidad sólo había sustituido una herramienta por otra y eso no significaba que estaba viviendo el momento…incluso con el móvil no solo tenés esa necesidad de tomar la foto sino de subirla.
Así que hace un tiempo he decido incluso dejar pasar los momentos sin tomar una foto con el móvil, solo vivir.
También creo que la facilidad de lo digital tiene algo que ver con lo de “fotografiarlo todo” antes con el film pensabas más lo que ibas a disparar..
Toda la razón Heli. Lo digital es “tan barato” que nos ha empujado a hacer tantas fotos, muchas de ellas innecesarias. Me alegro de que hayas aprendido a tomar tu tiempo “para vivir”, sentir eso es lo mejor que me ha ocurrido a mi últimamente. Así que, sigue así 🙂
Yo soy de las que viaja con la cámara. Me gusta hacer fotos casi siempre. Pero reconozco que cuando voy por ejemplo a una boda tiro un par de fotos de recuerdo y luego me olvido de la cámara.
En los viajes también me pasa, si estoy en un museo saco el par que me interesan y disfruto del momento.
Eso es genial María, hay que saber diferenciar los momentos para hacer fotos y para disfrutar sin la cámara. ¡Sigue así!
Hola Aina rápida
Me sentí totalmente identificada porque soy de las que no sale sin la cámara (EOS Canon D70.con un 18.250), en el bolso y luego veo o mejor dicho me doy cuenta que me perdí lo mejor del momento por estar pendiente de la cámara el bolso.
Mi marido se compró una Olympus M10 que por el tamaño es perfecta y me llevo por ahí cuando salgo.
En fin pero poco a poco voy desenganchandome de ella también porque es de él y me da lata dejarlo sin cámara.
En fin ya iré aprendiendo.
Un saludo y gracias por compartir.
Hola Judit, no te agobies y ve poco a poco 😉 Recuerda que lo más importante siempre es disfrutar de la fotografía y de los momentos vividos. ¡Un fuerte abrazo!
Me pasaba lo mismo. Al principio, sobre todo, cuando me regalaron la cámara que tengo desde hace unos años. Siempre me la llevaba en la mochila y la sacaba hasta en los restaurantes para sacar fotos a la comida!! Ahora me he dado cuenta que no hace falta llevarla a todas partes teniendo el móvil y que hay momentos que merecen la pena vivirlos sin tener el visor delante. Muy buen artículo! ?
Muchas gracias por compartir tu historia Nuria 🙂 ¡Un beso!
Gracias, antes que nada, por ser inspiración a superarse y crecer en esta hermosa profesión. Soy de Argentina y te sigo hace varios meses. Creo que estoy atravesando esa etapa de saber soltar la cámara, aunque admito que la llevo a todos lados “por si acaso”, pero es tan cierto y tan sano que hay momentos que no son para la cámara y simplemente hay que disfrutarlos y vivirlos. Así que esa será la nueva etapa que decida emprender! Gracias por tu cercanía!
Muchas gracias por tus palabras Iván, así da gusto escribir en este blog 🙂 Tanto la vida como la fotografía están llenas de etapas, así que simplemente, déjate llevar y disfruta. ¡Un abrazo!
Se dice “para todo hay tiempo”.
Cuando iniciamos en esta aventura de la fotografía pasa de todo, y ese todo siempre añadirá conocimiento y expreriencias que valorarás mas adelante. Y esto de hacer click a cada rato para encontrar “la foto” sin temor a equivocarme nos ha pasado a todos, sin embargo ayudó en su momento, por lo menos nos empujo a indagar algo mas profundo en este lindo arte. Pues como tu, creo que yo estoy en este otro tiempo que ya me pienso mas tan siquiera encender la cámara, eso me ha ayudado a hacer sin presión una foto mas digna y con mas contenido. A ver que otro tiempo viene, mientras tanto felicitaciones por tu artículo, ¡muy bueno!, Un abrazo Ainara.
Eso es Luis, la vida del fotógrafo está llena de etapas 🙂 Me alegro que las vayas experimentando de esta forma tú también. Veremos cuáles son las siguientes, yo ya tengo ganas de descubrirlas. ¡Te mando un abrazo!
Kaixo Ainara,
A mí me pasaba igual, quería fotografiar hasta el más mínimo detalle y no contento con ello, sacarle tropecientas mil fotos a lo mismo. Ahora intento ser más crítico a la hora de sacar la cámara y fotografiar.
Kaixo Isaac,
Precisamente, el otro día comentaba con un amigo también el hecho de estar en un sitio y sacar la misma foto 10 veces (aún me pasa con algunos atardeceres, que hago la misma foto unas cuántas veces, no sé por qué). Así que sí, hay que ser crítico para ir avanzando.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Realmente no suelo fotografiar todo lo que veo y reconozco que en ocasiones me he arrepentido de no haber llevado la cámara. Esto no ha hecho que quiera llevarla en todo momento y a todo lugar al que voy, lo que he aprendido y sigo haciéndolo es a ser más selectivo y a pensar si realmente vale la pena llevar la cámara a tal sitio o no.
Saludos!!
Exacto, esa es la idea. De hecho, lo ideal es llegar al punto en el que aunque tengas la cámara en el bolso, seas capaz de diferenciar los momentos en los que no sientas la presión de sacarla del bolso para fotografiar todo, y solo la saques cuando realmente merece la pena. ¡Otro saludo para ti y gracias por comentar!
Hola,en principio si fotografiaba casi todo,después me empece a inclinar sobre tipos de fotos que me podían gustar mas y ahora se que tipo de fotografía me hace disfrutar es la de naturaleza en general,para mi la fotografía es un entretenimiento estoy muy feliz de fotografiar lo que quiero,tengo amigos fotógrafos que se quejan amargamente por que se a convertido en un trabajo y ya no disfrutan tanto.
Hola Jose,
Me alegro de que disfrutes de la fotografía así. Has tocado un tema muy interesante del que me gustaría hablar en otro post: lo que se siente cuando la fotografía se convierte en un trabajo. Es muy satisfactorio vivir de tu afición, pero es cierto que no es lo mismo, porque sientes más presión y hay días que tienes que hacer fotos sí o sí, aunque no te apetezca.
Un abrazo y gracias por compartir tu historia.
Kaixo Ainara,
En mi caso iba un poco por pequeñas rachas, supongo. En alguna ocasión me volvía de “gatillo fácil”, pero me ha pasado pocas veces y sobre todo en eventos. La última vez fue en la recreación de la batalla de Andoain, que entre los cañonazos, disparos… saqué muchas fotos por miedo a perder los momentos clave. Pero lo curioso es que desde siempre he sido un poco selecto y he procurado no sacar una foto si no veía algo que merecíera la pena (aunque al final no me suelen valer todas).
Procuro disfrutar de los momentos, al final la cámara de fotos siempre será una herramienta para captar lo que quieras transmitir, pero todo lo que se ve y se vive debe entrar primero por los ojos, y después por la lente.
Un saludo y ¡mucho ánimo!
Hola Richard,
Gracias por compartir tu experiencia. Creo que tu frase “todo lo que se ve y se vive debe entrar primero por los ojos, y después por la lente.” resume perfectamente el mensaje que quería transmitir con este post.
¡Un abrazo y gracias por pasarte por aquí!
Hola Ainara!
Desde muy pequeña he realizado caminatas a campo traviesa, eso me lleva a detenerme siempre a observar mi entorno y conocer cada rincón del lugar donde vivo. Soy de las personas que disfrutan la naturaleza al 100% y sí hay momentos que merezcan ser congelados en el tiempo, los plasmo.
Saludos !
Hola Eufrasia, es genial que lo tengas tan claro. Es como más lo vas a disfrutar 🙂 ¡Un abrazo y gracias por pasarte por aquí!
¡Hola!
Pero eso no vale! No vale decir “ahora ya me dejo más la cámara en casa” y luego decir “tengo el móvil”! Si se trata de aprender a no fotografiarlo todo en plan compulsivo, con el móvil tampoco hay que hacer fotos, que eso es hacer trampa 😉
Yo creo que el principiante no es que tenga el gatillo fácil por tenerlo, sino que lo necesita, y me explico: solo llevando siempre la cámara encima y con ansias de sacar fotos a todo te enfrentas a diferentes retos fotográficos, y luego de esos fracasos se aprende. Cuando ves que no te salen las puestas de sol, te informas y buscas qué haces mal, lo mismo con fotos a sujetos en movimiento, etc. Y así vas aprendiendo, a base de errores cometidos ante situaciones varias que de no tener este ansia de sacar fotos quizás en años no se te hubieran presentado.
Una cosa que a mi me parece muy importante, pero que da pereza y que cuesta trabajo, es que una vez hayas hecho las fotos, sean 40, 130, 410, 1195…, las que sean, las tienes que visualizar todas, y criticarlas, y analizarlas. Una vez vistos los aciertos y errores, entonces va bien imaginar qué fotos tomarías si pudieras volver a hacerlas. De hecho muchas veces si hacemos demasiadas fotos es por inexperiencia, y eso lo puedes ver cuando te tomas un tiempo para el análisis y así te vas corrigiendo sin darte ni cuenta. Personalmente, creo que la mala costumbre de guardar las fotos y no volver a verlas, y mucho menos criticarlas, algo que hace mucha gente, es lo peor que se puede hacer, lo que impide avanzar.
Y con respecto al tema del post, supongo que es encontrar el equilibrio. No siempre hay que buscar “LA FOTO”, sino que a veces hay que buscar “EL RECUERDO” (que puede ser una foto pésima, pero ¿qué más da? es un recuerdo), luego también hay momentos en los que la cámara (Y EL MÓVIL) sobra, otras veces te das cuenta, por tu experiencia, que en realidad sacar más fotos está de más, y sacas las justas; también a menor número de errores, menor número de fotos, etc.
Cada uno hace su evolución personal, pero no olvidéis: EL MÓVIL TAMBIÉN HACE FOTOS, o sea que mejor que se quede quietecito en el bolsillo 😉
¡Saludos!
Es importante escucharnos a nosotros mismos en la fotografía. Me explico: habrá momentos en los que tendremos ganas de fotografiar constantemente y otros en los que estamos en un periodo más pausado. Sea como sea, fotografiar es mirar, y si no se está haciendo fotos también es bueno mirar, ya sea el trabajo de otros compañeros, como películas, carteles, escenas de la calle… Todo nos ayuda a enriquecer nuestra forma de fotografiar!
Ah ahora leyendo tu post sospechoso de poder tener ese síndrome pues soy super adicto a fotografiar en cualquier hora y momento
Muy feliz año para ti también, espero te encuentres muy bien , hiciste una muy buena elección. Todos queremos tomar la mayor cantidad de proyectos y tendemos a sobre exigirnos , esto tarde o temprano nos pasa factura. Te deseo lo mejor para este año y mucho existo, Saludos
La ultima foto es fenomenal, tienes gran talento!